Assassin...jamas me dieron opcion..

por **Jania Illios** Miér Ene 13, 2010 1:22 am

En el puerto, Miya.

Quieta la tarde se acercaba. No pude evitar detenerme y contemplar el reflejo de las nubes en el agua. Todo habia cambiado, muy diferente a como lo recordaba, exepcto el Sol, las plantas, la naturaleza. Mas de nuevo estaba en otra clase de batalla.
Pose' las manos la barandilla del mirador. De verdad que no me placia utilizar mis hojas de acero; el fuego, las escaramuzas, el dolor y la muerte era lo que conocia desde que tenia memoria..anhelaba la tranquilidad de la cueva en las montanas.
Entonces recorde' a Nia, ella tambien se resistia a emplearse como lo que era. -No nos agrada para lo que servimos, vaya equipo.- comente' por lo bajo un poco sarcastica.

Miya sacudio la cabeza; despues de mirar las tiendas entro' a un negocio de fideos para despues caminar por el parque.
-Hola Hola!- dijo un vejete que parecia chalado. Tenia el cabello ralo y torcido, aun envuelto en sucios harapos sonreia francamente desde la acera. Miya lo miro' con compasion, se puso en cuclillas.
-Senorita..- dijo otra voz, la servant se volteo' otro indigente algo mas joven se acercaba timidamente.

Miya saco' la comida que llevaba y se las entrego', los pobres hombres se la arrebataron avidamente. -Muchas gracias.!!- decia el joven con los ojos muy abiertos. -Oh.. que Dios la bendiga- balbuceaba el anciano temblando al hablar.

La chica contenta se puso de pie. Pues bien el estomago lleno alegraba la vida.

'Ver a personas abandonadas por su familia..cuando otros ni siquiera habian tenido una..me cabreaba.' Pensaba cruzando los brazos al sentarse en una banca, echo' la cabeza para atras, respiro', cerro' los ojos un poco molesta.
' Siempre me sorprendio lo rapido que se ocultaba el Sol en cambio tardaba tanto en salir.' Pense' al notar que oscurecia ya. Me levante' pero al dar un paso cai de bruces inesperadamente soltando un quejido. Tiraban debilmente de mi pie, entonces bajo la banca unas manitas sujetaban mi zapato.
-Venga crio, no te escondas..-

-No tienes algo para mi?- dijo una pequena nina arrastrandose.
-Esto..no.- respondi' un poco apenada. Observe' sus pies desnudos y quitandome los zapatos se los ofreci'.
-Que lindos!!, pero no necesitaras otros??- pregunto inocentemente, la pequena apenas llegaba a los seis anios si acaso.

-Ah, descuida. Mi hermana me comprara' unos nuevos.- conteste' despreocupada agitando la mano en el aire.
-Vale, entonces gracias!- exclamo' feliz; incorporandose sin dejar de abrazar los zapatos echo' a correr, se paro' en seco y girando hacia mi grito' -Me saludas a tu hermana.- sonriendo se perdio' de vista.

Miya respingo', se quedo' pensativa un momento todavia en tierra.

Recordaba en un dojo a un hombre vestido como guerrero que se le habia insinuado bruscamente al darse cuenta que su oponente era una mujer, de un empujon lo habia apartado e indignado el habia desvainado su sable; Miya tomaba un wakizashi y sin darle tiempo ni ella cuenta se encontraba sobre el, con las manos en su torso llenas de sangre que brotaba abundante de el. Alzando la vista vislumbro' a una ninita paralizada por la escena -Papa'!...- ahogaba un grito.
La primera vez que mataba a una persona...solo tenia trece anios.

Sentada, sus cabellos azabache y afilados ocultaban su cara. Una lagrima rodo' por su mejilla.