:: El pecado del conocimiento ::

La escena era algo desordenada, libros por aquí y por haya, en mesas, en el suelo, abiertos, cerrados y desparramados, y en medio de tal caos una figura que devoraba aún más libros con la mirada, aquel joven de blanquecina cabellera leía rápidamente el contenido de la hoja del libro que sostenia entre sus manos mientras pasaba sus ojos carmesi por entre las páginas del mismo, en sus labios una pequeña mueca de disgusto apenas se alcanzaba a vislumbrar, el silencio que llenaba el lugar era ciertamente omnipresente y hasta algo incomodo, pero duraría poco. El sonido de las viejs puertas de madera abriendose irrumpía en aquella vieja biblioteca, dejando así a la figura de un caballero en armadura romana hacerce presente, cargando en su brazo derecho un viejo casco - Master... Deberías descanzar un poco, has estado en la biblioteca por varios días... - La voz de aquel joven guerrero era calma, y hasta pareci afalta de preocupacion, a pesar del mensaje que transmitía - Silencio Lancer... Estoy a punto de descubrirlo... - Dmitri habría interpuesto la palma derecha entre ambos entes, como si tratase así de evitar la interrupción de aquel que habría llamado Lancer - El trono de los heroes... Necesito mas información... - La voz de Dmitri destilaba ahora un poco mas de frustración que de enfado, y no fué de sorpresa para su acompañante el momento en el que se puso de pie y para arrojar aquel libro que examinaba contra uno de los estantes, el cual permaneció sin inmutarse - Maldición... Otro callejon sin salida... - Dmitri posaba ahora ambas palmas contra el escritorio frente al cual estaba sentado, mirando las mismas cabizbajo como si ahí se encontrase una forma para alejar su frustración - Master... Necesitas estar en perfectas condiciones si es que quieres ganar esta guerra, no conseguiras nada si te po... - La voz de Lancer entonces se vió interrumpida por un pequeño grito de satisfacción de Dmitri - ¡ESO ES! - Exclamó este ultimo levantandose del escritorio y dirigiendose a la entrada de la biblioteca - ¿A que te refieres Master? - Lancer al notar las acciones de su Master, se dió la vuelta y comenzó a seguirle de cerca por los corredores de aquel viejo castillo - Si en la biblioteca de la famila Einzbern no está lo que necesito... Solo tengo que ir a visitar a aquella familia cuyo conocimiento mágico depende de los libros... - Lancer parecía no entender las palabras de su Master, pero aún así, le seguía de cerca sin chistar - Iremos avisitar a los Matoh... Quien sabe, tal vez hasta tú encuentres algo de diversión... -